sábado, 26 de noviembre de 2016

Una invitada, un pequeño y una tiranía

La invitada

Abrieron la puerta y ella entró, todas las miradas se colocaron en su persona. Todos iban disfrazados y las mujeres aprovecharon la ocasión para usar ropa muy sexy, tal es el código de las chicas bien adaptadas. La muchacha miró hacía todas partes a fin de comprobar que las miradas eran en realidad para ella y vaya que lo eran. Su disfraz de espantapájaros causó sensación y fue el chisme de la semana. Las invitadas se sintieron muy bellas y normales. Felicidad completa.

El pequeño del museo

Para cierto visitante, lo más inquietante en el Museo era un espantapájaros de diez centímetros hecho de plata. Sólo lo descubrió porque se puso a comprobar si había visto todas las piezas. Vio que tenía en su manito izquierda un tridente, también se fijo en su sonrisa siniestra, y en ese momento, se abrieron las puertas de su incontenible imaginación.


La tiranía de lo nuevo

Luego de comprobar que las costuras se hallaban bien hechas, procedió a reparar las suelas de los zapatos, pero al finalizar, se abrieron nuevamente. Se sentía muy cansada, detestaba el tener que confeccionar un espantapájaros, pero debía presentarlo en el colegio, la nueva profesora quería que los alumnos probaran cosas nuevas. Odiaba a esa mujer que tanto la alejaba de escribir. Basta que algo te apasione para que te lo quieran dosificar, escribió en su diario.


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Estos relatos pertenecen a mi participación en el Reto 5 líneas (Noviembre 2016) del blog de Adella Brac

2 comentarios:

  1. Sobre "La invitada", como ya te dije en mi blog, me gusta mucho el mensaje que capto de fondo, en ese "ropa muy sexy, tal es el código de las chicas bien adaptadas", y en que la protagonista llama la atención precisamente por ir tapada. Triste sociedad esta que tenemos...
    Sobre "El pequeño del museo", me gusta ese punto de partida que abre las puertas de la imaginación del protagonista al mismo tiempo que las del lector.
    Sobre "La tiranía de lo nuevo", me gusta como has plasmado ese sentimiento de frustración de la protagonista. Me parece una maravillosa analogía de cómo las obligaciones diarias nos apartan de nuestra verdadera pasión.
    ¡Buen trabajo! Gracias por participar en el reto.
    Un beso.

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  2. Hola Adella:

    Muchas gracias por tus comentarios :)

    Sobre "La invitada", no me gustaría resultar moralista, sino reflejar un sentimiento que muchos compartimos y es de la polémica que causa cuando alguien se sale de lo considerado normal. Creo que las generaciones más recientes podremos llegar a un punto en el cual no nos juzguemos, ni critiquemos duramente por cómo vestimos. Antes se trataba mal a la que mostraba más piel, pero ahora es al revés. Hay como una especie de "venganza".

    Y además, me inspiré en una escena de la película "Chicas pesadas", en una fiesta de halloween, la protagonista se disfraza de un personaje típico de terror, pero las demás chicas usan disfraces sexys, como ella estudiaba por primera vez en una escuela, no sabía que en el "mundo de las chicas", halloween era la fecha ideal para vestir así, jajaja.

    Un abrazo!

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La madrugada de un sábado